Sobre Nosotros
¿Cómo nació Shalom ?
La idea nació de una necesidad real, casi íntima.
Queríamos vestir nuestra fe, llevarla con nosotros en el día a día, pero no encontrábamos prendas que lo hicieran con autenticidad, belleza y respeto.
Muchas camisetas cristianas se sentían repetitivas, sin alma o con diseños copiados sin cuidado.
Así que, una mañana de Año Nuevo, durante nuestro desayuno familiar —como si Dios hubiese reservado ese momento—, la pregunta surgió con fuerza:
¿Y si lo hacemos nosotras? ¿Y si creamos algo diferente, con propósito, con excelencia, con identidad?
Y así nació Shalom
Una marca familiar, cristiana y con propósito.
¿Por qué Shalom ?
El nombre lo elegimos entre todas. Shalom no es una palabra escogida al azar, sino el reflejo de lo que Dios ha significado para nosotras: paz verdadera, plenitud en medio del caos, sanidad en lo profundo. Shalom ha sido la marca de Dios en nuestra historia, y ahora queremos que lo sea también en la de quienes nos rodean.
¿Quiénes están detrás de Shalom?
Somos cinco mujeres —hermanas, madre, tía, hijas— con corazones creativos y una visión en común.
Mujeres que han atravesado procesos personales, espirituales y familiares, y han decidido transformar todo ese recorrido en algo que inspire.
Cada una aporta algo único: desde la visión estratégica y la pasión emprendedora de nuestra mamá, hasta los trazos creativos de nuestras diseñadoras, y las ideas frescas de nuestras adolescentes que ya sueñan con dejar su huella.
Creemos profundamente que una prenda puede ser un canal para expresar el alma. Nuestro estilo es urbano, sobrio y elegante, pero con un lenguaje actual que conecta con esta generación.
Cada colección nace desde la oración y la intimidad con Dios.
No hay presión de tendencias, hay inspiración del cielo.
Nos tomamos el tiempo de discernir qué quiere comunicar Dios, cuál es el mensaje que debemos plasmar, y luego damos vida a los diseños en equipo.
Muchas veces, lo que inicia como una idea sencilla se convierte en una obra compartida, pulida con sugerencias, risas, silencios y mucha fe.